jueves, 31 de enero de 2008

El Gigante,

A Alberto Cano, el gigante

Diferentes culturas a lo largo del tiempo han proyectado en la figura del gigante las imágenes, los miedos, los odios y las alabanzas de las fuerzas que un cuerpo puede desarrollar. La tradición oral ha generado un gran número de relatos en los que el cuerpo sobredimensionado manifiesta su vecindad con lo monstruoso o lo divino. Aunque no deben confundirse sus linajes con el del gigante, los colosos, titanes, ogros o lestrigones tienen en común su desmedido tamaño y su increíble fuerza. Pero el hombre agigantado tiene la peculiaridad de llevar las facultades humanas a su extremo, como puede verse en la fuerza y el gran sentido común de un Ayax o en la increible capacidad para el goce de un Gargantua o un Pantagruel.
Rabelais multiplica las dimensiones y las fuerzas del cuerpo de tal modo que el humanismo antropocentrista que le es contemporáneo queda rebasado en casi todas sus vertientes, especialmente al introducir la imagen de un cuerpo que es capaz de un deseo y un placer desmedidos, de una capacidad escatológica desenfrenada y al sugerir la figura de un cuerpo lleno de otros muchos cuerpos, como civilizaciones internas.
Aunque, en propiedad, Gulliver no es un gigante de nacimiento como los anteriores, su estancia en Liliput lo convierte en el cuerpo agigantado más recordado de la literatura moderna. No es extraño que su comportamiento en la isla tenga un parentesco casi explícito con sus casi-congéneres de otros tiempos. En particular, durante el episodio de la quema del palacio real hallamos una referencia escatológica a la gran enciclopedia de lo escatológico que constituye el Gargantua y el Pantagruel.

Dejo aquí estos dos episodios de micción, tal vez las meadas más cómicas que he leído nunca.



domingo, 27 de enero de 2008

Imagen tiempo,



Esta imagen del Boulevard du Temple tiene la peculiaridad de ser la primera fotografía en que aparece un ser humano -puede verse en la esquina inferior izquierda. Tomada entre 1838 y 1839 por Louis Jacques Mandé Daguerre se debe, en realidad, a un accidente. El tiempo de exposición del invento de Daguerre excedía los diez minutos por lo que en la imagen sólo aparecieron aquellos elementos que, en el bullicio del boulevard, resistieron inmóviles todo ese tiempo y, entre ellos, el hombre al que limpiaban los zapatos. Es obvio por qué el limpiabotas no aparece: trabajo y movimiento.


domingo, 20 de enero de 2008

Palabras-cosas,


En 1923 El Lissitzky publicaba en la revista Merz, editada por el dada Kurt Schwitters, los ocho principios normativos que rigieron su trabajo como editor-tipógrafo en el seno del movimiento constructivista bajo el título "Topografía de la tipografía":

1. Las palabras impresas en una hoja de papel no son percibidas por el oído, sino por la vista.
2. La comunicación de las ideas se hace con palabras convencionales. Hay que in-formar a las ideas con las letras del alfabeto.
3. Economía de expresión - La óptica en lugar de la fonética.
4. La estructuración del espacio del libro mediante el material de composición según las leyes de las máquinas tipográficas debe responder a los impulsos y las tensiones del contenido.
5. Estructuración del espacio del libro mediante el material de reproducción fotomecánica, realización concreta de la nueva óptica - realidad supernaturalista del ojo perfeccionado.
6. Continuidad de páginas - el libro bioscópico.
7. El nuevo libro reclama un nuevo escritor. El tintero y la pluma de oca han muerto.
8. El papel impreso triunfa sobre el espacio y el tiempo. Hay que triunfar sobre el papel impreso, sobre la perennidad del libro - ELECTRO-BIBLIOTECA.

El Lissitzsky, "Topografía de la tipografía", Merz, Hannover, 1923, núm.4, julio, p.47

La reclamación de la plasticidad tipográfica, como eje vertebrador del trabajo de la edición vanguardista, viene a responder al conjunto de prácticas que desde la Revolución bolchevique se realizaban en la creación de carteles y revistas en la joven URSS. Pero es también la bandera bajo la que se amparan los trabajos del futurismo italiano, Dada o la poesía Zaum. El poeta-tipógrafo se dirige a lo impensado rompiendo aquel viejo principio de la pintura occidental que "afirma la separación entre representación plástica -que implica semejanza- y referencia lingüística -que la excluye" (Michel Foucault, Esto no es una pipa. Ensayo sobre Magritte), y reconquista el espacio plástico para la letra, como ya se había redefinido la plasticidad heredada desde el Renacimiento para la pintura. La creatividad se adueña de nuevo del soporte-papel.
Pero si Lissitzky es clarividente respecto a su época, puede ser considerado también heraldo de la nuestra. La superación del papel impreso a través de la electro-biblioteca exigida en el octavo punto es, tal vez, una de las primeras menciones al libro digital de todos los tiempos. El futuro de Lissitzky es nuestra actualidad.



miércoles, 16 de enero de 2008

Los salvados,



Los amantes del libro digital -los bibliodigitófilos- tal vez recuerden una página que, desde Argentina, se destacó en la esfera de la edición electrónica al presentar de forma gratuita una muy cuidada selección de títulos maqueteados ejemplarmente. Me refiero a la desaparecida letrae (www.letrae.com.ar). En esta época de lo efímero no podía esperarse que algo así durase siempre. Aún podemos, no obstante, rescatar los libros perdidos de nuestra memoria-máquina, a lo Farenheit 451. Husmeando en las viejas carpetas hemos podido encontrar estos títulos -los detallo en los comentarios-, desde ahora a disposición de cualquiera.

[letrae]

[Los títulos incluidos en la lista -ver comentarios- pueden igualmente
solicitarse a través del correo del blog]



lunes, 14 de enero de 2008

La ciudad 7, Guerrilla simbólica


La noche del 20 al 21 de agosto de 1968 las tropas del Pacto de Varsovia, con Rusia a la cabeza, entran en Praga. Tras algunos intentos fallidos de resistencia directa, los ciudadanos checos comienzan una resistencia pasiva, entre cuyas primeras acciones se encuentra la de retirar las placas indicadoras del nombre de las calles y los números de las casas de las ciudad y pueblos de todo el país.




viernes, 11 de enero de 2008

El escritor ante la rotativa,


En una sociedad en la que la reflexión sobre el impacto de los medios de comunicación de masas ha llegado a ser un tópico de la crítica no deja de ser interesante echar una ojeada a un tiempo en que dicho fenómeno era tan sólo una tempestad en comparación con el huracán que se avecinaba. Durante los primeros decenios del siglo XX, en especial en el periodo comprendido entre el inicio de la Primera Guerra Mundial y los años 20', la reflexión se centró en el periódico. Es el tiempo del encarnizamiento propagandístico y es, también, el tiempo en que comienza a vislumbrarse el peso de la tipografía, la importancia de la maquetación, y el imperio del titular en la recepción del mensaje. El pensamiento de un periodista de la talla de Karl Kraus (vid. Contra los periodistas y otros contras) se dirige a este hecho tanto como los diferentes movimientos de la vanguardia artística, que emplean los recientes medios ya desde un ámbito crítico, ya desde el aprovechamiento de las capacidades propagandísticas que facilitan (en otro momento se comentó el caso Dadá).
La relación de los escritores con dicho fenómeno es, me parece, mucho más rica en matices. Desde la aparición del género folletinesco o la convivencia en muchos casos del genio literario con el arte de la columna, hasta el directo rechazo por el empobrecimiento de estilo, las afinidades entre literatura y periodismo se forman en una complicada trama. Joseph Roth es uno de los escritores inquietantes en este sentido. La reflexión sobre los problemas que genera la letra impresa ocupa un lugar importante en alguna de sus obras magnas. El episodio del Héroe de Solferino contra los libros de texto en La Marcha Radetzky es, tal vez, sólo el caso más hilarante. En cambio, parece mucho más directo el ataque en el siguiente fragmento de "Paseo", en Crónicas berlinesas -no deja de ser curioso que se presente bajo el rótulo de la crónica.

"Lo que se anuncia con letras tan grandes es pobre en importancia y contenido. Y me parece que en esta época no hay nada que no se anuncie con grandes caracteres. En eso consiste su grandeza. Tengo para mí que la tipografía se ha transformado en ideario. Lo más importante, lo menos importante y lo poco importante solo son asuntos que parecen tener más, menos o ninguna importancia. Les otorgamos valor por su imagen, no por su esencia. El acontecimiento de la semana es aquel que ha sido declarado acontecimiento de la semana gracias a la presión, al gesto y al ademán del brazo que se levanta para golpear. No hay nada que sea; todo significa."

Joseph Roth, "Paseo", en Crónicas berlinesas


lunes, 7 de enero de 2008

Todos los fuegos, 4


Jake: Responde a una preguntita.
Flora: ¿Qué?
Jake: ¿Dónde he estado después de cenar?
Flora: ¡Saliste con el coche!
(Él inmediatamente le coge de nuevo la muñeca. Ella chilla)
Jake: ¿Dónde he estado después de cenar?
Flora: ¡Porche! ¡Balancín!
Jake: ¿Y qué he estado haciendo?
Flora: ¡Meciéndote! ¡Oh, por Dios, Jake, suéltame!
Jake: ¿Duele?
Flora: Mmmmmmm...
Jake: ¿Ya pasó?
Flora (Lloriqueando): Mmmmm...
Jake: ¿Sabes ya dónde he estado y qué he hecho desde que cenamos?
Flora: Sí...
Jake: ¿En caso de que alguien preguntara?
Flora: ¿Quién va a preguntar?
Jake: ¡No importa quién vaya a preguntar, tú sabes lo que has de contestar! ¿Eh?
Flora: Sí. (Balbuciendo como un niño.) Aquí es donde has estado. Sentado en el balancín desde que acabamos de cenar. Meciéndote de acá para allá, de acá para allá... No saliste con el coche. (Despacio.) ¡Y te quedaste muy sorprendido cuando se declaró el incendio en la plantación! (Jake le da una bofetada.) ¡Jake!
Jake: Todo lo que has dicho está muy bien. Pero no tengas ideas.
Flora: ¿Ideas?
Jake: Una mujer como tú no está hecha para tener ideas. ¡Está hecha para ser acariciada y estrujada!
Flora (Mimosa): Mmmm...


Nodular,


De entre los infinitos tipos en que pueden clasificarse los libros -clásicos, canónicos, publicitados, bordilíneos, destartalados, técnicos, con una atmósfera irrespirable, irritantes, arrojadizos, de viaje, etc.- pienso que es especialmente atractivo el grupo de los libros nodulares.

Nodulares son aquellos libros a los que se va a caer, como una casilla obligatoria, al visitar otros. Nodulares son también los libros desde los cuales se consigue la impresión de tener que leer indefectiblemente algunos otros libros. Los primeros acostumbran a tener la pompa de los iniciadores de discurso. Los segundos, más discretos, presentan el atractivo de un conjunto bibliográfico como si de un tesoro acumulado a lo largo de años se tratase o, tal vez, mencionan un par de libros como con un susurro intranquilizador. A los libros nodulares del primer orden les corresponde el no precisar una recomendación. Éstas son siempre abundantes, demasiado abundantes. Los segundos nunca son suficientemente recomendados porque, de algún modo, construyen lectores. A las Lecciones amaricanas de Italo Calvino se le debe un lugar privilegiado entre estos últimos.