viernes, 1 de agosto de 2008

La trompeta torcida de Dizzy,


El nombre de Dizzy Gillespie es también bebop, está en los libros, no hace falta redundar en ello. Yo llegué a él por Charlie Parker, por el Bird and Diz -1950- y por la grabación del directo en el Massey Hall de Toronto del 15 de mayo de 1953 -Jazz at Massey Hall, con Charles Mingus, Bud Powell y Max Roach. Tardé años en ver una imagen del trompetista y, al encontrarla, me pregunté lo que cualquiera se preguntaría: ¿pero qué demonios le ha pasado a esa trompeta?
La trompeta de Dizzy Gillespie, y es una imagen ya típica del bebop, apunta al cielo con una inclinación aproximada de 45º. Sobre este instrumento excéntrico hay dos historias. La primera sitúa su origen en Manchester, en 1937, donde Dizzy fue a recalar acompañando a la Teddy Hill Orchestra. Al parecer, Dizzy encontró a un trompetista que, debido a su incipiente ceguera, utilizaba un instrumento semejante por razones de visibilidad.
La segunda historia no cuenta con trompetistas ciegos pero sí con una fecha y un lugar concreto: 6 de enero de 1953, Snooky Club, NY. Durante la celebración del cumpleaños de su esposa Lorraine en el Snooky, Dizzy improvisó junto con otros músicos una jam session hasta que, solicitado por unos periodistas, hubo de abandonar el local. Durante su ausencia dos conocidos cómicos, Stump & Stumpy, ocuparon el escenario y en un avatar de su actuación uno de ellos cayó sobre la trompeta de Dizzy. A su regreso, el trompetista encontró su instrumento magullado, pero no muerto, así que continuó toda la noche tocando como si nada hubiese ocurrido:

"En un primer momento no conseguía sacarle las notas exactas, pero poco a poco me fui acostumbrando a ese nuevo sonido, mucho más dulce. Toqué así el resto de la noche y, al día siguiente, la llevé para que la arreglaran. Días después, tocando otra vez con la trompeta enderezada, comencé a añorar aquella sonoridad, así que me dirigí a la fábrica Martin, que hacía las trompetas que yo usaba, y les pedí que me fabricaran una torcida. Me dijeron que estaba loco, y les respondí que sí pero que la quería, y ya he tocado con ese instrumento el resto de mi vida."

Dizzy Gillespies, To be or not to bop


5 comentarios:

Félix dijo...

Un gustazo encontrar en artículo como el tuyo: breve, sencillo e interesante. Para la gente que se empieza a interesar por el jazz les “picas en la oreja”, en la curiosidad, para los que podemos llevar más años, por lo menos podemos decir “Menos mal…esto no va a terminar”. Sigue en la misma línea.

B.J. Turner dijo...

Muchas gracias por la voz de aliento, aunque tampoco creas que soy especialmente docto en la cuestión. Supongo que para el espíritu jazz-bourbon-literatura que se pretende en el blog, el primer término estaba requiriendo más atención. Sea como fuere, para el mismo tema pienso que recomiendo antes tu blog que el mío.

Un saludo.

Félix dijo...

No es una cuestión de cuánto sabes sino de cómo lo transmites.
Al respecto Dickens decía:
"Si hubiese sabido menos, habría podido enseñar más, de una forma infinitamente mejor".
Gracias por tu interés.

Anónimo dijo...

Que interesante... La verdad ya me lo habia preguntado pero no tenia tanta curiosidad por saber a que se debia; PERO EL RELATO ESTUVO MUY BUENO (llegue aqui por last)... Yo llegue a el buscando informacion sobre jazz latino y me encanto el sonido de la trompeta... y claro por ende (lo de jazz latino, donde esta Chano Pozo) manteca y Tin tin deo clasicos...

B.J. Turner dijo...

Sí, Chano Pozo, Machito, Paquito D'Rivera: hay ahí toda una escuela que contó con Dizzy Gillespie como mentor y acompañante. Voy a aprovechar que lo mencionas para volver a escuchar el "Afro-Cuban Jazz Moods" antes de comer. Me alegra que te haya gustado la historia -de ellas va lleno el jazz, trataremos de seguir con alguna otra.

Un saludo.