lunes, 7 de enero de 2008

Nodular,


De entre los infinitos tipos en que pueden clasificarse los libros -clásicos, canónicos, publicitados, bordilíneos, destartalados, técnicos, con una atmósfera irrespirable, irritantes, arrojadizos, de viaje, etc.- pienso que es especialmente atractivo el grupo de los libros nodulares.

Nodulares son aquellos libros a los que se va a caer, como una casilla obligatoria, al visitar otros. Nodulares son también los libros desde los cuales se consigue la impresión de tener que leer indefectiblemente algunos otros libros. Los primeros acostumbran a tener la pompa de los iniciadores de discurso. Los segundos, más discretos, presentan el atractivo de un conjunto bibliográfico como si de un tesoro acumulado a lo largo de años se tratase o, tal vez, mencionan un par de libros como con un susurro intranquilizador. A los libros nodulares del primer orden les corresponde el no precisar una recomendación. Éstas son siempre abundantes, demasiado abundantes. Los segundos nunca son suficientemente recomendados porque, de algún modo, construyen lectores. A las Lecciones amaricanas de Italo Calvino se le debe un lugar privilegiado entre estos últimos.


No hay comentarios: