lunes, 7 de enero de 2008

Todos los fuegos, 4


Jake: Responde a una preguntita.
Flora: ¿Qué?
Jake: ¿Dónde he estado después de cenar?
Flora: ¡Saliste con el coche!
(Él inmediatamente le coge de nuevo la muñeca. Ella chilla)
Jake: ¿Dónde he estado después de cenar?
Flora: ¡Porche! ¡Balancín!
Jake: ¿Y qué he estado haciendo?
Flora: ¡Meciéndote! ¡Oh, por Dios, Jake, suéltame!
Jake: ¿Duele?
Flora: Mmmmmmm...
Jake: ¿Ya pasó?
Flora (Lloriqueando): Mmmmm...
Jake: ¿Sabes ya dónde he estado y qué he hecho desde que cenamos?
Flora: Sí...
Jake: ¿En caso de que alguien preguntara?
Flora: ¿Quién va a preguntar?
Jake: ¡No importa quién vaya a preguntar, tú sabes lo que has de contestar! ¿Eh?
Flora: Sí. (Balbuciendo como un niño.) Aquí es donde has estado. Sentado en el balancín desde que acabamos de cenar. Meciéndote de acá para allá, de acá para allá... No saliste con el coche. (Despacio.) ¡Y te quedaste muy sorprendido cuando se declaró el incendio en la plantación! (Jake le da una bofetada.) ¡Jake!
Jake: Todo lo que has dicho está muy bien. Pero no tengas ideas.
Flora: ¿Ideas?
Jake: Una mujer como tú no está hecha para tener ideas. ¡Está hecha para ser acariciada y estrujada!
Flora (Mimosa): Mmmm...


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