jueves, 6 de marzo de 2008

The jazz photographer,


La entrada del jazz en la esfera cultural del siglo XX produjo un movimiento sísmico que afectó a prácticamente todas las artes constituidas en los siglos anteriores. La pintura o la literatura se dejan influenciar por los nuevos ritmos tanto como la danza o la música clásica. Rechazos y alabanzas aparte, el alcance seminal del jazz ha llegado también a toda una serie de productos culturales que le son adyacentes y que inciden en su difusión. Cuando se tiene entre manos un producto de la Blue Note, no solo se cuenta con una buena grabación, se tiene también una maquetación ejemplar, con una tipografía que ha llegado a ser paradigmática y una fotografía de primer nivel. De hecho, la fotografía que toma el jazz como objeto plástico ha llegado a constituirse en género propio.


Estos días me he encontrado con el trabajo de una fotógrafa amiga. Las imágenes que presenta Larisa López como jazz photographer nos sitúan ante la gestualidad de la interpretación, nos aproximan a la relación entre oscuridad y claridad propia del jazz, y nos sugieren una cuidada sensibilidad. En los siguientes enlaces pueden verse algunas muestras de su trabajo.

1 comentario:

Tomás dijo...

No la conocía. Descubrimiento. Un trabajo muy estimulante y sincero.

Saludos