lunes, 4 de febrero de 2008

Una fisiología del silencio,


"Sé que, por algún rincón de mí, hay un diablo que no puede morir. No me hace falta un oído aguzado para las torturas refinadas ni tampoco el sentido del gusto para el vinagre de la sangre, sino solamente el silencio sordo que presagia un quejido prolongado. Entonces reconozco el peligro. Y si me vuelvo hacia el Mal despótico y envilecedor, sube por los aires, al cerebro, a las paredes, divinidad súbita, severa y destructora.
Estás inmóvil y esperas. Te estás esperando. Pero ¿qué vas a hacer contigo? ¿Qué te vas a decir, rodeado como estás de tanto no-decir?
¿Qué pasa a través del silencio? ¿Quién pasa? Es tu mal que está pasando a través de ti, fuera de ti, es una omnipresencia de tu misterio negativo.
¿Piensas en lo que quieres ser? Tus pesares no tienen futuro. Ni ningún futuro es tuyo. En el tiempo ya no tienes cabida; en el tiempo yace el horror.
Y entonces te vas. Al marcharte te olvidas. Y en tu caminar eres otro y siendo, ya no eres."

E.M. Cioran, Breviario de los vencidos


6 comentarios:

torsimany dijo...

Cioran, otro rumano arrepentido.

B.J. Turner dijo...

Amigo de la hermeneia,

No en vano, el Breviario de los vencidos es el último de los libros que Cioran escribiría en rumano. Podríamos proponer también una buena lista de rumanos que nunca manifestaron su arrepentimiento por el calzado usado: Mircea Eliade, tic-tac, tic-tac...

torsimany dijo...

Por 25 pesetas cada uno:

Emil Cioran
Mircea Eliade
Eugène Ionesco

tic-tac, tic-tac...

B.J. Turner dijo...

tic-tac, tic-tac...

Marcel Jank (Marcel Janco)
Samuel Rosenstock (Tristan Tzara)
Ioan-Isidor Goldstein (Isidore Isou)
Paul Antschel (Paul Celan)

[Pero estos, ¿arrepentidos de qué exactamente? ¿De lo mismo? ¿De lo contrario? ¿Del nombre?]

torsimany dijo...

Pues no sé de qué, pero de algo se arrepentirían para cambiarse el nombre.

Casualmente, ninguno de esos 4 puede decir que sea 100% rumano. Son todos judíos y el último de la lista es de familia germanófona.

En su descarga hemos de decir que, viendo Rumanía tras 1947, no es de extrañas que salieran por patas, aunque también podían haber seguido vinculados a su tierra desde el exilio.

B.J. Turner dijo...

Parece que hay que matizar:

1. Se puede ser judío y rumano -sólo faltaría.
2. La situación rumana para un rumano judío es francamente grave durante los años 30 (ascenso de la Garda de Fier, pogroms, etc.) y claramente insoportable a partir de septiembre de 1940. Los padres de Paul Celan, por ejemplo, fueron deportados en 1942.
3. Aunque Janko, Tzara y Celan ya habían volado antes de 1940, es cierto que tras 1948 ya ninguno de los cuatro regresa a tierras dacias.
4. Hay constancia textual explícita en los diarios de Hugo Ball de la composición y la interpretación pública de poemas en rumano por parte de Tristan Tzara, ya en el exilio en Zürich.

Un saludo.